Testimonios de nuestros meditadores

Después de una larga búsqueda encontré en la meditación Vipassana la posibilidad de manejar los miedos, a partir de entender mi realidad actual, sin el plus que le agrega la proyección de mi mente distorsionada por los preconceptos y miedos.

Practicando Vipassana me encontré frente a frente con mis impedimentos más arraigados, esta técnica y filosofía me permiten abordarlos en los momentos en que quieren tomar control de mi presente. Vipassana y sus enseñanzas me explican y recuerdan estar atentos para vivir de mi presente y ser agradecido de esta existencia.

Llegué por recomendación de una persona muy querida… buscando paz, respuestas… encontré una persona cálida y generosa, un espacio de reflexión y de calma, una práctica que me está aportando herramientas para estar más atenta, para estar mejor conmigo, con los demás… para enriquecer el espíritu.

Me acerqué al centro porque me estaba costando manejar algunas emociones pensamientos y sobretodo angustias. Encontré en Vipassana un método y herramientas. Superó mis expectativas.

Porqué hago Vipassana? Creo que es un método, simple, claro que me permite observarme mejor y así tener mayores elementos para conducir mi vida de manera consciente. Es eso de tomar uno las riendas (ayudan las 5 facultades). Cuando tomo las riendas estoy más feliz y en paz.

Creo que hay una enorme verdad en el simple acto de sentarse y respirar. En el silencio y la perseverancia. Medito por la búsqueda de uno que soy y no conozco, para cambiar y ser el mismo. Vipassana, mi acción para acercarme a vivir eso.

Para mi hacer la meditación Vipassana me hace sentir humanamente viva.  Y mi mente muchas veces dispersa, hace que valore cada presente y pueda atravesar las dificultades con más calma. Ya no es lo mismo meditar que no hacerlo, hasta es una forma de vida.

Vipassana es una mirada a sí mismo, la practica mejora muchos aspectos, por ejemplo volver al presente cuando divago en pensamientos pasado o futuro. Aprendí a observar los impulsos, el enojo, la ansiedad, tengo más paciencia que antes.

Vipassana  es una práctica que me lleva hacia un lugar tranquilo, de paz, encuentro allí la armonía y el silencio que necesito. Me ayuda a ser más paciente, a aceptar la realidad tal cual es, siento más empatía mejorando mi relación con los demás y siendo más respetuosa conmigo y con el prójimo.

Hace tiempo que empecé este camino de la meditación Vipassana. Las razones por la que lo inicié se fueron modificando. Empecé por una inquietud intelectual al enterarme que un científico a quién admiro mucho lo practicaba y sentí curiosidad, pero a medida que profundizaba en la práctica pude encontrar otras posibilidades, como la de sostener procesos dolorosos y difíciles con calma. Aprendí también que la ansiedad y el enojo me alejaban de mis metas y que cuando la confusión me abruma, en ella encuentro soluciones posibles para mí. La vida cotidiana se fue transformando en mi mejor escuela, ya que en ella se despliegan todas nuestras formas de actuar, sean virtuosas o no, y que reconocerlas como mías sin juzgarlas, es el principio de una vida menos dolorosa.

Sin haber hecho ningún tipo de práctica, un día, hace 6 años, comencé a transitar el camino de la meditación Vipassana. Luego de una constante e ininterrumpida práctica, considero que no necesito buscar más nada, pues a través de ella he encontrado mi camino de vida. He encontrado la manera de sentirme mejor. De poder lidiar mejor con los problemas de la vida cotidiana, de una forma más tranquila y más sabia. Lo único que lamento es no haberlo comenzado antes.

Siempre sentí dentro mío mucha curiosidad de cómo funcionaba mi mente, por qué era tan cambiante y cómo podría usarla como una herramienta más en mi beneficio y de los demás al estar más claro y tranquilo, y si era posible percibir las cosas que aprendimos de otra forma. Estoy de a poco encontrando en el Vipassana una forma, aún con la mente agitada, de ir permitiéndole a mi mente que haga sus movimientos habituales y al poder verlos sin reaccionar o querer cambiarlos (difícil) siento como que algo se va transformando gradualmente.

Vipassana es el hilo que corre el velo de nuestra propia ignorancia o incapacidad de percibir con claridad, las cosas tal como son. La práctica regala no solo un reencuentro constante con lo fresco del ahora; sino además un punto de partida, una actitud para observar deliberadamente.
Permeabilidad, Aceptación, Dicha

Conocí a Eduardo hace cuatro años, desde entonces , comencé un camino. Vipassana me mostró otro lado de vivír la vida, en el momento presente!! Trato de meditar todos los días, y soy consciente que la práctica diaria. Sus talleres cambiaron mi forma de vivir!! Agradezco a mi maestro.

Llegué a Vipassana Buenos Aires buscando herramientas que me ayuden a aquietar mi mente y a lidiar con el stress de la vida cotidiana. La meditación no sólo me acercó a la calma y paz mental que tanto necesitaba sino que aportó una nueva forma de entender la vida. Gracias a mi práctica diaria de Vipassana me siento más amorosa, compasiva y feliz.

Para mi Vipassana es, cuando menos, una herramienta extraordinaria que podemos usar, para afrontar el miedo o la ansiedad. Con un poco de esfuerzo, pude ver cómo surgen los pensamientos y cómo se van. Me ayudo a darme cuenta de que yo no soy mis pensamientos y que la cosas buenas y malas vienen, duran un tiempo, y se van. Espero que todos tengan esa experiencia alguna vez!

El subte atiborrado, la reunión laboral pesada, egos, miedos, incertidumbre y alegrías… todo se vuelve simple, como el agua… Vipassana no es el bastón que me ayuda a caminar, es el camino. Con Vipassana no cambio mi vida, lo que cambio fue mi percepción de ella…

Vipassana para mi es la bendición de poder pensar el mundo y a mi misma buscando lo mejor del «ser espiritual».